
Luego se forjó la civilización de Tiahuanaco, que llego a ser una de las civilizaciones preincas más importantes de la historia de los Andes, y fue dirigida por sacerdotes militares. Tras el colapso de Tiahuanaco, surgen Señoríos políticamente independientes de los cuales los más legendarios fueron los Lupacas y los Colla. Los patrones funerarios cambian radicalmente en Puno, siendo las chullpas (Grandes torres funerarias) el elemento más significativo. Más adelante, a mediados del siglo XV, el imperio incaico llegó para someter a estos pueblos y designaron esta zona como el “Collasuyo” o “territorio de los Colla”. Fue una zona próspera que poseía ganadería capaz de proveer de carne y lana a gran parte del imperio. La influencia Inca destaca en el labrado de las piedras que se observa en las Chullpas de Sillustani (última etapa) o Cutimbo. Según el cronista Garcilaso de la Vega, la aparición de los Incas coincide con la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, quienes surgieron de las aguas del lago Titicaca para fundar el Imperio de los Incas en el Cusco. La historia recuerda que los primeros españoles que llegaron a la meseta del Altiplano fueron Pedro Martínez y Diego Agüero quienes descubrieron el Lago Titicaca en 1543.
No hay comentarios :
Publicar un comentario